domingo, 9 de diciembre de 2007

No Direction Home

No hace falta más que dar un rápido vistazo a este blog para notar el alto grado de simpatía que reside acá por Robert Allen Zimmerman, o dejándonos de huevadas, por Bob Dylan.


Sin embargo, dicha simpatía es relativamente reciente en mi vida, y se remonta a menos de un año, allá por enero, que ya habiendo escuchado más o menos bastante de Bob, compré el documental de Martin Scorcese titulado No Direction Home, y que consta de dos discos, y dura más de tres horas. Recién ahí me quedé verdaderamente fascinado y enganchado por su persona, y su música alcanzó un nivel completamente distinto desde ese entonces, y mucho más elevado, sin duda.

No sé, podría tratar de expresar qué es eso que me cautivó tanto, pero no le podría hacer justicia, o al menos, no tanta como sí lo logran estos dos cortos clips. El primero es el comienzo de la segunda parte, y una de mis partes favoritas de todo el documental.



Este segundo fragmento es el comienzo de "Ballad Of A Thin Man", y se ve cómo después de ser insultado mira al público, les hace una cara, y luego se pone nuevamente serio. Lástima que no está la canción completa, sino sólo el comienzo.



En todo caso, hoy estaba viendo algunas partes después de meses (así como preparando la llegada de los miembros de El Blog de Cayo a mi hogar), y me gustó mucho este rollo que hay en el que de alguna forma se explica este dinamismo en el desarrollo de la personalidad, que nunca debe llegar a algo fijo, estático, sino estar abierto siempre, cómo en una búsqueda, y esto, obviamente, no entendido como algo intelectual, social, o político, sino integrando todos los niveles posibles. No sé, probablemente proyecté demasiadas cosas mías, o tal vez no, pero en todo caso así es como entiendo la actitud predominante en Dylan durante esa época.

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