Ayer fui a beber a un lugar muy bueno (¡Cusqueña 620 a 4 soles!), y me topé con este vaso, y no me avergüenzo en decir que me lo robé, pero sólo para informarle al mundo de sus posibles, pero nefastas consecuencias. Vean.
Lo que parece ser un vaso común y corriente en realidad...
¡Está cargado de mensajes subliminales!
Conservadores, dénse por advertidos.
1 comentario:
claro que sí, ahora ya me acordé!
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