martes, 12 de febrero de 2008

Crónica de una neceada anunciada

-¿Para qué chupas si no vas a arrochar?

-¿Cómo pongo el flash?

-A la izquierda, con el trueno.
-Puta, ¿"trueno"? Cualquiera dice "rayito", nomás.
-No pues, ¡hay que darle bien!


¿Por qué el juego es peor que cualquier otro modo de ganar dinero, que el comercio, por ejemplo? Es verdad, de cien gana uno; pero ¿qué me importa a mí?


Todo fue previsto hace unos días. El plan era sencillo: llegar el viernes en la mañana a la majestuosa ciudad blanca, hacer los preparativos/aperitivos correspondientes, y salir esa misma tarde en el expreso de lujo, Transportes Del Carpio, hacia el prudente pueblo de Mejía (conocida como la perla del Pacífico, entre otras cientos de miles). Nada podía malir sal.

Desde el jueves en la tarde, que salía del terminal de Oltursa, cosas extrañas empezaban a acontecer, como mi encuentro con un manual de masonería, que estuve a punto de comprar, pero costaba el equivalente a ocho piedras, y dije: "mejor no".

¿8 piedras o conocimiento eterno?

Ya llegando a Arequipa, y tras abastecernos de alcohol para todos los gustos en la Barraca (el lugar más fino de Arequipa), volvimos a la morada de Sparky a empezar el concilio a la hora de la sombra más pequeña, con su respectiva piedra de maracuyá (no es leyenda) y gaseosa de manzana.

A que no adivinan cuál es la piedra de coco.

Que fea junta.

Si no estamos con trajes radioactivos es porque Homero haría lo mismo.

Ya con sus respectivos brindis, nos pusimos a: 1. hablar huevadas; 2. planear nuestro atentado terrorista contra las respectivas cunas del fascismo en Mejía (¡porque ningún pueblo es perfecto!). Hablo del Club y de la Iglesia (no dejan entrar lobitas en bikini, pes... a la Iglesia, al Club sí).

Marx estaría orgulloso.

Sparky representando bajo la mesa.

Pero volviendo a lo importante, la consigna del viaje fue grabada en la la botella del más fino licor:

Bros & Horn before Hoes (09-02-08)




Y para ahorrar palabras, las frases más importantes fueron tatuadas en nuestros cuerpos:



Ahora, después de una rica bajada del universal arroz con pollo, y su respectiva siesta, partimos hacia Mejía.

¿No les digo que es universal?

In undertaking to describe the recent and strange incidents in [Mejía], till lately wrapped in uneventful obscurity, I find myself forced in absence of [pictures] a pedirle a nuestros lectores que confíen en el logos de este humilde bloguero, pero no sin antes explicarles, en pocas palabras, el porqué de la ausencia de las mismas: si sacas cámara en Caperos, pierdes.

Y efectivamente, al llegar a Mejía, y tras instalarnos en nuestras respectivas moradas, salimos al Chalán, que es el pre-Caperos, alrededor de las 9 pm. Todo se da en una calle, de tierra, rodeada de tiendas de tragos y una pizzería (acuérdense de la pizzería). Sin embargo, haciendo gala a la consigna, nos abrimos y fuimos a secar nuestra piedra de maracuyá y el tequila, porque Bros & Horn before Hoes, pes.

Ya de vuelta a la calle, el betún en la cara no se hizo esperar (tampoco las hoes), y ya varios rones después, estaba chupando con Álvaro o Elmo o Mauricio, la verdad que no recuerdo, y viene el legendario Ojeda (nuestro anfitrión), y tras preguntarnos "¿qué hacen con polo?", menos de 5 segundos después nos encontrábamos semidesnudos. Y eso fue antes de que llegaran los bomberos y nos mojaran. En otro contexto, hubiese sido neumonía segura.

Pero cuando la gente no tan necia se fue a hacer una caminata a un antro asqueroso, la gente necia de verdad se quedó chupando y fumando, y la bajada en la ya antes mencionada pizzería no se hizo esperar. 13 le la familiar, más barata y más rica que la de Bernabé, a pesar de que la hacían en microondas (¡acuérdense del microondas!).

Habiendo comido y con el estómago lleno, nos disponíamos a la retirada, cuando Elmo fue agredido por una gente necia. Como pacifista que soy (de la escuela de Vash), entré a separar a los contrincantes, pero al instante mis intentos se mostraron vanos, y la "fea junta" se vio involucrada en una pelea de épicas dimensiones dentro, fuera, y en las proximidades de la pizzería.

El momento cumbre, sin duda, fue cuando el Ojeda cogió el microondas y se lo lanzó a un broder.

Obviamente, la victoria fue nuestra con roche, tanto así que al día siguiente, en Caperos, la gente esta brilló por su ausencia.

Sábado. 4 am.

Sábado. 9 am.

Después de la rica ducha y el desayuno, mezclamos una piedra más de maracuyá con coca cola zero tibia en una yarda, Ojeda se disfrazó de payaso, y nos dispusimos a salir a la verdadera fiesta.

El Ojeda. Faltó la foto con los tirantes, el sombrero y la nariz roja.

Él empezó la mecha.

Recuperando fuerzas.

Recuperando fuerzas. II

¿Cómo describir lo que pasó ese día? Me temo que sólo podría narrar algunos eventos en desorden, como cuando le escuelié a un broder su máscara de Alan García, que posteriormente fue convertida en una pavera por Mauricio. Luego mezclamos ron con piedra en una yarda, y una botella Del Viejito llegó a mis manos, cuyos restos fueron metidos a la yarda también. Ah, y me faltó mencionar que la piedra de durazno resultó ser a fin de cuentas de coco... "hard, lobitos".

Es preciso explicar también el telos de cada una de nuestras acciones: arrochar. Ya después de cantar With A Little Help From My Friends a todo pulmón, fuimos a un "restaurante" a comer pan con salchicha de 2 le, y nos quedamos jatos en la mesa esperando, lo que nos hizo refugiarnos en nuestras camas hasta las 9 pm, que salimos de nuevo a arrochar. Resultado, las siguientes frases:

(silencio incómodo porque nadie estaba chupando)
- ¿Qué? ¿Te rompo la boca? [Mauricio a una huevona X.]

-No corre mi abuelita.
(tres minutos de risas)
-Hay que ser honestos, pues.

Ahora, una piedra después y varios cuernazos, fuimos a arrochar de nuevo al restaurante, nos hicimos varias chelas hasta las 3 am, mientras Mauricio tocaba el Embrujo, seguido de It's Alright, Ma (I'm Only Bleeding), y finalmente fuimos a buscar un adobo a las 4 am.

Llegamos de vuelta a la jato, con una sensación de victoria que esta foto resume perfectamente:

Taxi Driver.

Lo más hard que tomé en Caperos.

El domingo, salvo unas chelas en el restaurante después de la playita, nos volvimos con más gloria que pena a Arequipa, no sin antes tomar esta foto:

¡Pero ya!

Así termina la historia, pero no sin antes, algunas frases célebres:

-Puta, que estoy más solo... [todos]

-¿Por qué pelarías una piña? [Álvaro]
-Porque puedes. [Yo]

-¿Quién inventó los infomerciales?
(silencio)

Y unos cuantos videos del concilio:

"Yo le rompo la boca al sheriff".


Que fea junta. I


Que fea junta. II


Que fea junta. III



En unos días aumentaré links a las respectivas crónicas de los otros miembros de la fea junta arrochadora Mejía/Caperos 2008.

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