Bioshock es un juegazo. Si bien aceptó que me demoré en entrarle, cuando finalmente lo logré, me encontré con una de las mejores experiencias de videojuegos que he tenido recientemente.
Sin embargo, Bioshock 2 no me entusiasma en lo más mínimo. ¿Por qué? Bueno, en primer lugar, porque el equipo detrás del primero está completamente ausente en esta secuela. Y ya sabemos cómo funciona eso...
En segundo lugar, los detalles nuevos tampoco son de lo más alentadores. Empecemos por el hecho de que en este juego estaremos en lo zapatos (o botas) de un Big Daddy; cosa que a mi parecer aniquila cualquier profundidad psicológica en el personaje principal, y ni que decir en el plano filosófico.
En fin, al menos en tanto a la acción y los gráficos, el juego se ve bueno. Me abstendré, pues, de descartarlo totalmente todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario