martes, 25 de marzo de 2008

Fear and Loathing in Mejía


Alea iacta est.
-Stepan Trofimovitch

Describir los acontencimientos de los últimos días con claridad me resulta tan difícil como caminar en línea recta después de una sobredosis de éter, por lo que no lo intentaré. Sin embargo, algunas cosas pueden, y serán dichas, puesto que la evidencia fotográfica no hará más que ayudar a esclarecer el misterio, que se vive, y no se especula teoréticamente.



El primer día en la majestuosa ciudad blanca fue verdaderamente memorable. A las 9 pm, la gente empezó a llegar, y sometiéndonos a la voluntad de R2D2, nos pusimos a beber. Después de un ron, un pisco y cuatro viejos, la situación ya estaba fuera de control, y era justo antes de medianoche, por lo que cogimos una botella de champagne, y fuimos a celebrar año nuevo al jardín, con pogo incluído. Y sí, era viernes 14 de marzo.

Arrochando estilo navideño.






Arrochando estilo Rock Band.






Mauricio "The Ladies' Man", nada que hacer.


Pero la velada estaba lejos de ser completada, por lo que decidimos dirigirnos al centro de la ciudad, más precisamente al "Balde", a arrochar. Resulta que la arrochada empezó temprano, cuando me dispuse a competir en carrera de caballos... yo siendo el caballo de una joven dama, que exigía velocidad en una bajada a la que, como buen costeño, no estoy acostumbrado. El resultado fue algo parecido a la carrera esa del final de Ben-Hur, y que dio como resultado tangible lo siguiente:






O sea, me saqué la remierda. Pero en todo caso, no fue nada que una cita temprana con el dentista no pudiese arreglar al día siguiente.

La noche siguiente fue más tranquila, entre comillas, y terminó con una pizza casera en la madrugada.

Cocinando.




Hania, ¿y tú que haces aquí?


Walkin' on salsa.


Finalmente, una señal divina camuflada en una caja de gelatina me llevó a emprender un adelantado viaje a Mejía.





Es Mi Playa

Dicho eso, el martes de Semana Santa llegué con Elmo a Mejía en la noche, y encontramos la ciudad en apagón. Aseguramos velas, y llegamos a la jato (tras sobreponernos a una horda de zombies) para encontrar una masacre de tres jóvenes narcotraficantes más tres putas mollendinas. Limpiamos la evidencia y nos dispusimos a cenar.

Ya al día siguiente, esperábamos la llegada de dos blogueros más, pero las ocho piedras que teníamos no se hicieron esperar, y tras un legendario quispe (salían cada cuatro minutos), y el primer estofado de mi vida (quedó BUENAZO), a las 9 de la noche me encontré en un estado deplorable, por lo que, puesto que es mi blog, procederé a censurar:

Xxxxx xxxxxxx xxxxxxxx xxxx x xx xxxxx xxxxxxx xxxxxxx xxx xx xxx xxxxxxx x xxxxx x xxxx xxxx x xxx x xxxxxxxxx xxxx x xx xxxxx xxxxxxx xxxxxxx xxx xx xxx xxxxxxxx xxxx x xx xxxxx xxxxxxx xxxxxxx xxx xx xxxxxxx x xx xxxxx xxxxxxx xxxxxxx xxx xx xxx xxxxxxx x xxxxx x xxxx xxxx x xxx x xxxxxxxxx.

Fotos artísticas de Elmo.




¡Estofado!




¡Quispe!




Lentes.


Efectos secundarios de la Piedra.


Piedra de durazno con Crush de manzana (bebida de dioses).




Arrochando por teléfono.


Jesús.




Aceptaré que Elmo me derrotó.


Después de dos noches de Piedra, y con cinco restantes, ya nadie quería la cosa.


Luna llena.


Todo el equipo.


Los miembros originales del ahora infame blog de Cayo.


¡Mateo!


Lorena y Hania.


Arrochando con la buhita.


El momento de la noche.


Pofff.


El Cristianismo no perdona.


Noche de poker.


Ese poker fue mío, y le saqué la mierda a todos ganando 18 le.


Ese full también.


Última noche.


Mr. Daniel?
I'm finished.

Y eso fue todo, me temo. Ya me encargaré de añadir unos videos en los próximos días.

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